No, a la apertura de una calle en El Talar

El avance en la conexión entre B° El Talar y el Camino San José despertó la resistencia vecinal en Mendiolaza. Vecinos autoconvocados denuncian falta de información oficial y posibles irregularidades en la apertura de esa calle y aseguran que el proyecto responde a intereses inmobiliarios y exigen ser escuchados.
La semana pasada ingresó al Concejo Deliberante un proyecto para aprobar la donación de una fracción de tierra destinada a abrir un camino que una el barrio El Talar con la ciudad de Unquillo. En respuesta, esta semana un grupo de vecinos afectados se hizo presente en el recinto para manifestar su rechazo. Durante esa reunión, el Concejo se comprometió a no tratar el tema por el momento y propuso conformar una mesa de trabajo para analizarlo.
Rumores, máquinas y silencio oficial
Alberto del Pino, uno de los vecinos movilizados por la situación, explicó en el programa Mañanitas de Mendiolaza, por la 102.7 FM Demendiolaza, que la preocupación comenzó ante los primeros rumores y movimientos de tierra en la zona.
“Escuchábamos máquinas, algún vecino se cruzó, vio que había movimientos, y entonces comenzamos a ir a la Municipalidad a preguntar de buena fe. Pero la respuesta era que no, que no había nada. Que nadie sabía nada”, relató.
Los vecinos aseguran que desde hace semanas intentan obtener información clara sobre el destino de una donación de terrenos que fue girada al Concejo Deliberante.
“Presentamos una nota pidiendo informes el 15 de mayo. Según la ley, tenían diez días hábiles para responder, pero no contestaron”, afirmó Del Pino, quien remarcó que se sienten ignorados por las autoridades.
Consecuencias: ambiente, seguridad y calidad de vida

El grupo está compuesto por residentes de las calles Las Tunas, Las Abelias, y de La Alameda, quienes temen que la apertura de la calle —propuesta como una vía de conexión entre El Talar y el Camino San José— tenga impactos negativos severos.
Las preocupaciones abarcan desde el impacto ambiental —por la afectación de bosque nativo— hasta la seguridad y la calidad de vida.
“En el Talar todavía juegan niños en la calle. Eso desaparecería si se transforma en una vía de paso”, lamentó.
Del Pino también advirtió sobre el aumento de la inseguridad: “Estamos viviendo momentos difíciles. Abrir una calle que dé directo a barrios muy populares de Unquillo sería abrir una entrada para todo el norte de las Sierras Chicas”.
Uno de los principales reclamos es que esta apertura vial abriría la puerta al desarrollo de nuevos barrios cerrados en la zona. “Los anchos de las calles no dan para el paso de los camiones que pretenden que pasen – advirtió sobre el tránsito pesado y objetó también el tránsito doméstico – Estamos hablando de cientos de familias. Y esos barrios no se abastecen dentro, vendrían a comprar al Talar. Eso implicaría un impacto enorme en el tránsito, en la Av. Tissera, que ya está desbordada”, explicó.
¿Y el plan de ordenamiento territorial?
El 12 de junio se cumplieron 10 meses exactos desde la primera de las reuniones a las que citó la Municpalidad para que los vecinos debatiesen sobre el ordenamiento territorial. Los resultados nunca se conocieron. La ausencia de un plan de ordenamiento territorial es el marco de este y de otros conflictos similares.
“No se puede abrir una calle pública si todavía no está definida la organización territorial del municipio – señaló Del Pino – Participaron muchas partes en ese plan, pero al final se sigue avanzando por el costado”.
A pesar de las promesas del Concejo de conformar una mesa de trabajo para tratar el tema de la futura calle, los vecinos no confían en que se los escuche realmente.
“Nosotros estamos abiertos al diálogo, pero no para negociar por dónde va a pasar la calle. Nuestra consigna es clara: no a la apertura de calles”, sentenció Del Pino.
El grupo planea continuar por la vía legal para frenar el avance del proyecto. “Tenemos argumentos legales y sociales muy fuertes. Vamos a insistir hasta que nos escuchen y nos den la información que pedimos”.
