Desentrañando los engranajes del miedo
Leer y escribir, provocar miedo o soportarlo, terror y horror. Esos son los ejes que Carmen Santur abordará en el taller de literatura de terror en Mendiolaza. Con encuentros quincenales en la Librería Silvestre, la propuesta invita a explorar el miedo a través de la lectura de cuentos, análisis y la escritura de relatos escalofriantes.
La literatura argentina y la atracción por el miedo
En los últimos años, el terror en la literatura argentina ha ganado lugar. Esto se refleja en la creciente oferta de títulos por parte de las editoriales y el reconocimiento de sus autores. Un hito importante fue el Premio Herralde que Mariana Enriquez recibió en 2019 por Nuestra parte de noche, consolidando no solo su trabajo como escritora, sino también al género en el panorama literario.
Desde allí, nombres como Luciano Lamberti, Agustina Bazterrica y Samantha Schweblin han expandido la propuesta del terror local y latinoamericano, con narrativas que van desde el realismo fantástico hasta lo perturbador en lo cotidiano.
Ante este contexto, surge una vieja pregunta: ¿por qué el terror sigue cautivando a los lectores? Según Carmen Santur, vecina de Mendiolaza, artista y dramaturga que dictará un nuevo taller en la ciudad, este género permite experimentar el miedo de manera controlada y catártica. «Es una forma de medir cuánto terror podemos soportar”, explicó en diálogo con 102.7 FM Demendiolaza. Además, añadió que hay algo liberador en terminar de leer un libro o ver una película y cuestionarse si causó terror o no.
Lectura, escritura y construcción del miedo
Carmen Santur dictando un taller para jóvenes. Literatura de terror en Mendiolaza
El taller de literatura de terror se realizará en la Librería Silvestre, dentro del vivero Fábrica de Plantas en Mendiolaza. Con encuentros quincenales, los viernes de 17:00 a 19:00, estará abierto a quienes disfrutan del género, sin necesidad de experiencia previa en la escritura.
En el espacio, Santur abordará tanto el terror como el horror, dos géneros con diferencias marcadas. El terror juega con lo cotidiano y lo tuerce con elementos inesperados: una casa abandonada con niños o payasos, ejemplificó.
Por otra parte, el horror se enfoca en el sufrimiento psíquico y el desarrollo de los personajes; es más perverso, se adentra en lo psicológico, apuntó. Un buen ejemplo es Conejo Maldito de Bora Chung, donde un objeto aparentemente inofensivo, como puede ser un conejo, comienza a desencadenar sensaciones inquietantes en quienes lo poseen, detalló la tallerista.
«La idea es compartir cuentos cortos, analizarlos y debatir sobre las sensaciones que generan», adelantó Santur. Luego, los participantes explorarán su propia creatividad a través de dinámicas de escritura y juegos, descubriendo cómo se construyen esas historias, con el objetivo de poder construir sus propios textos de terror.
Las inscripciones y consultas se pueden realizar al 351 6607483.
