Orgánicos, agroecológicos y solidarios

La Asociación Civil Sayana impulsa una feria con una oferta en Mendiolaza orgánica y solidaria. Pequeños productores de artículos orgánicos y agroecológicos certificados se darán cita en la plaza de la Memoria de Mendiolaza. Este viernes se realizó la primera y están previstas nuevas ediciones para el 8 y el 22 de agosto, buscando sumarse al calendario que este tipo de ferias coordinan en Sierras Chicas.
Orgánicos y agroecológicos: producción con conciencia

“La agroecología no es sólo una técnica, tiene una mirada política, de respeto a la tierra y a los vínculos”, explicó José Luis Pereyra, referente de la Asociación Civil Sayana, a Mañanitas de Mendiolaza por la 102.7 FM Demendiolaza. La nota completa puede escucharse aquí.
La diferencia con los productos orgánicos radica en el entorno donde se produce: “Lo orgánico está registrado por Provincia y Nación, y debe garantizar que a varios kilómetros no haya fumigaciones. En lo agroecológico puede haber campos cercanos fumigados, por eso se le da esa categoría”.
Por primera vez en un espacio público en Mendiolaza, la feria contará con productos certificados por el Estado provincial. “Nos llevó tiempo, pero logramos que participen feriantes con productos que pasaron pruebas y tienen su origen verificado”, dijo Pereyra. Habrá, entre otros, miel orgánica de Traslasierra: “Está producida en zonas donde no hay contaminación a muchos kilómetros a la redonda, eso incluso les permite exportar a países con con”.
Respecto a la verificación, y la diferencia entre orgánico y agroecológico, explicó que los productos «tienen que pasar una serie de pruebas vinculadas al origen. Una cosa es agroecológico y otra cosa es orgánico. Lo agroecológico significa que el origen está en un determinado lugar, pero a cierta distancia puede haber campos que se hayan fumigado o que haya sido fumigado en años anteriores. En cambio lo orgánico garantiza que ese producto a una determinada cantidad de kilómetros no hay nada que haya sido fumigado y que cumple con otros».
Tanto la Provincia como la Nación otorgan certificaciones de productos orgánicos, entendiendo como tal al obtenido a partir de un sistema de producción sustentable en el tiempo que, mediante el manejo racional de los recursos naturales, sin la utilización de agroquímicos como herbicidas, fertilizantes, o pesticidas, ni uso de organismos genéticamente modificados, mantenga o incremente la fertilidad del suelo y la diversidad biológica del ambiente.
Una cita en la Plaza de la Memoria

La feria se realizará los viernes 18 de julio, 8 y 22 de agosto, de 15:30 a 18:30, en la plaza de la Memoria. “Es la primera vez que se hace en un espacio público una feria exclusivamente de alimentos orgánicos y agroecológicos”, señaló Pereyra. La participación será gratuita: “Nos pareció prolijo no cobrar ningún canon, es un paso para instalarla y ser parte de un corredor regional”.
Ese corredor incluye ferias similares en Río Ceballos, Villa Allende, Unquillo y Salsipuedes. “La idea es articular días diferentes en cada localidad, así la gente puede acceder a estos productos sin necesidad de grandes traslados. Y lo bueno es que los precios no tienen grandes diferencias”, destacó.
También se sumará una propuesta intergeneracional: “Las tejedoras del Club de Adultos Mayores de Sayana van a estar recibiendo lana y tejiendo en la plaza”, contó.
Microcréditos solidarios, el fin de una posibilidad
Sayana desarrolla su acción comunitaria en dos áreas paralelamente: la cultura y la economía social. Además de la feria de pequeños emprendedores que realiza cada sábado en su predio, fue pionera y durante muchos años sostuvo su rol como intermediaria en el otorgamiento de microcréditos.
Pequeños montos, sin interés, para pequeños emprendimientos permitieron a muchos hacer crecer sus iniciativas. “Desde 2013 entregamos casi 12 millones de pesos, y se devolvieron íntegramente”, recordó Pereyra. “El 98% de quienes recibieron esos créditos fueron mujeres. Ellas mismas armaban su plan de devolución. Nunca tuvimos atrasos”.
Los fondos provenían de la Comisión Nacional de Microcréditos (CONAMI), a través del Ministerio de Desarrollo Social y el Instituto Movilzador de Fondos Cooperativos . “Cuando llegó este gobierno, se cortó todo. Nos quedó plata en la cuenta, es raro que una asociación termine con fondos a favor”, relató.
“Esto era un círculo virtuoso: prestábamos, acompañábamos y se devolvía. Esa plata ayudó a iniciar proyectos que hoy se sostienen. Que se haya desmantelado es una verdadera tragedia”.
