Trabajar con las manos y con el alma
Cerámica con cuentos en Mendiolaza es un espacio para niñas y niños que combina literatura infantil y cerámica con un enfoque creativo y un fin terapéutico. La propuesta, a cargo de la psicóloga Claudia Cerino, funciona en grupos reducidos y apunta al desarrollo emocional a través del arte.
Literatura, arcilla y juego: una propuesta creativa en Mendiolaza
En Mendiolaza, un taller único invita a niñas y niños a explorar el mundo de la cerámica a partir de cuentos cuidadosamente seleccionados. La propuesta, ideada y coordinada por Claudia Cerino, psicóloga con amplia experiencia en escuelas, combina literatura infantil con modelado en arcilla para dar lugar a un espacio creativo y lúdico.
“El propósito de este espacio es un taller para niños y adolescentes […] donde nos encontramos para crear a partir de la arcilla, pero con un hilo conductor que es la literatura infantil”, explicó Cerino en el programa Mañanitas de Mendiolaza, por la 102.7 FM Demendiolaza. Los cuentos funcionan como disparadores: luego de la lectura, se conversa y se modelan piezas inspiradas en lo que el relato movilizó.
Durante el proceso, las y los participantes aprenden técnicas de cerámica, desde el modelado hasta el esmaltado final, en piezas pequeñas que suelen reflejar animales, objetos personales o elementos de los vínculos que desean representar. “Han hecho muchos animales, unicornios, terneritos, cubos de Minecraft, bandejitas para regalar… siempre vinculando lo que escuchan con algo propio”, contó.
Un espacio con sentido: cerámica con enfoque terapéutico
Trabajar la autocomprensión a través del arte. Cerámica con cuentos en Mendiolaza
Aunque no es un espacio terapéutico formal, el taller tiene un claro objetivo emocional: “El enfoque es desde el arteterapia”, aclaró Cerino. “No es un espacio terapéutico porque yo soy psicóloga, pero sí tiene un objetivo terapéutico que es la autocomprensión, la expresión de las emociones, la búsqueda del sentido”.
Los cuentos abordan temáticas como la autoestima, los vínculos, los duelos o los miedos. Cerino elige las lecturas según el grupo, teniendo en cuenta la información que brindan las familias al momento de inscribir a sus hijos: “Los papás completan un formulario y me cuentan un poco cuáles son las características personales, si les interesaría que sus hijos aborden algún tema en particular”.
Además del trabajo emocional que promueve la literatura, la cerámica en sí misma ofrece oportunidades valiosas: “Permite muchísimo trabajar la espera, la ansiedad, la tolerancia y la frustración. Las cosas no siempre salen como uno quiere, o salen y después se quiebran”, reflexionó.
Cómo participar del taller: edades, cupos y contacto
Actualmente, el taller funciona con grupos reducidos de hasta seis niños, lo que permite un acompañamiento cercano en cada proceso. Asisten principalmente niñas y niños de entre 5 y 11 años, aunque el taller está pensado también para adolescentes hasta 16 años.
La vía principal de contacto es el perfil de Instagram @cloceramica_, donde se puede ver parte del trabajo realizado y obtener información sobre vacantes. “La demanda es muchísima”, señaló Cerino, por lo que se recomienda consultar con anticipación.
