El árbol de Villa Allende en el relato de Antonio Carrizo

Antonio Carrizo, fotoperiodista y reconocido vecino, fue testigo y documentó la extracción del quebracho blanco en Villa Allende, un hecho que generó repercusión nacional e internacional. Desde su mirada sensible y su memoria personal, relató el profundo impacto que significó despedir a un árbol que había sido testigo del monte y sus transformaciones. Adiós al quebracho desde Mendiolaza.
Un árbol con historia
Antonio Carrizo no sólo cubrió fotográficamente la extracción del quebracho blanco, sino que también la vivió como vecino. “Yo me crié en Villa Allende, en Avenida Argentina, mis abuelos tenían un pequeño campo. Toda esa zona estaba llena de algarrobos, quebrachos, álamos. A los ocho años salíamos con una prima mía, Estela, a juntar hinojo porque teníamos conejos y y mi abuelo los mandaba a juntar hinojo y mi abuela nos pedía que le trajéramos chañar para hacerlos té, carqueja. Así que caminábamos toda esa zona hasta casi llegar hasta el aeropuerto y veíamos muchísimos algarrobos, veíamos chañares veíamos álamos, veíamos quebrachos. También, había liebres, zorros, perdices, palomas, pájaros de todas las especies – recordó – Después, de grande, cuando fui creciendo fui viendo todos los cambios que fueron sucediendo. Y en los últimos años, andando en bicicleta por esa zona vi cómo se iban produciendo los cambios, el crecimiento de la ciudad y el acceso a a distintos country y cómo ha desaparecido el monte»
“Era el último testigo de todo eso que perdimos. Para mí fue muy fuerte. Ese árbol había visto pasar todos los cambios”.
Un símbolo que se resiste a desaparecer

Adiós al quebracho desde Mendiolaza
Carrizo fue claro al transmitir su impresión sobre el árbol: “Era como si no quisiera salir. Había una resistencia extraña, simbólica”.
Para él, lo ocurrido no se borra fácilmente. Fue un desgarro, y eso quedó registrado en las imágenes. «Lo único que nos queda es eso: las fotos. El quebracho ahora es parte de la historia de Villa Allende y de Córdoba”.
Un operativo impactante






Carrizo siguió con su cámara todo el proceso de extracción. “Desde que llegaron las máquinas hasta que lo sacaron. Lo que más me impresionó fue la resistencia del árbol: no lo podían sacar. Cavaban, trajeron chicos para cortar raíces, había imágenes que eran dramáticas y casi absurdas. Un chico con un hacha, por ejemplo”, relató.
También expresó que, pese a su oficio, fue inevitable emocionarse: “Uno, que ha hecho tanto fotoperiodismo, a veces se endurece. Pero esto te toca. Me hizo un cosquilleo en el corazón”.
El operativo incluyó una fuerte presencia policial. “Me pareció exagerado. Había protestas, sí, pero no violencia física. El día que llegó la última grúa, los ambientalistas quisieron impedir que entrara. Hubo una orden judicial para desalojar”, explicó. “Se podría haber evitado tanto si se hubiera actuado antes, con más diálogo, con un plan B”.
