“La industria te llena de sabores”
La alimentación se ha convertido en una de las discusiones centrales de nuestra época. La disponibilidad de ultraprocesados, el exceso de azúcares, sal y aditivos, y la desconexión con los alimentos de origen natural afectan la salud general de la población, especialmente en los niños. Claudia Solé, creadora de Sierra Madre, propone un enfoque de reeducación alimentaria basado en la simplicidad y el respeto por los procesos naturales del cuerpo.
Claudia explica:
“Somos parte de la naturaleza y nuestra vida cada vez nos aleja más de ella. La industria no llena, nos tapa de sabores. Hay productos ricos, pero están elaborados con mates primas cuidadas. Entonces, podés comprar un alfajor, por ejemplo, pero no es un alfajor de paquete con aceites hidrogenados”
Hábitos, acuerdos y educación
Este enfoque también atraviesa la discusión sobre la alimentación infantil. Hoy muchas familias buscan opciones más saludables, pero se encuentran con barreras culturales y sociales: cumpleaños, kioscos escolares, eventos, presión de pares.
Hoy muchos pediatras recomiendan evitar azúcar y sal agregadas en las primeras etapas de vida, pero el desafío llega cuando aparecen los ultraprocesados en jardines y escuelas.
Claudia advierte:
“Hay estudios que dicen que los niños de hoy podrían vivir menos que sus padres por los hábitos actuales: pantallas, falta de juego corporal y alimentación ultraprocesada”.
Sobre cómo abordar la alimentación infantil, propone diálogo y negociación:
“No se trata solo de reemplazar una Oreo por un alfajor casero. Lo importante es que no sea habitual. Y también acompañar socialmente: los chicos a veces sienten que no encajan, pero eso pasa. Se pueden hacer acuerdos con ellos y construir hábitos en familia.”
Su planteo va más allá de lo gastronómico: es una mirada social, cultural y afectiva del comer.
“Es un problema serio y que seguramente requiere de intervenciones y políticas, de vistas desde desde varias aristas y de varios actores, para que se pueda pensar desde no dese una responsabilidad familiar solamente, que por supuesto es importante, pero también que haya propuestas de información clara respecto a lo que le pasa a tu hijo si todos los días lleva paquetito de galleta al colegio”.
Y alerta sobre un cambio generacional que requiere acción inmediata:
“Hay estudios que dicen que los niños de hoy podrían vivir menos que sus padres por los hábitos actuales: pantallas, falta de juego corporal y alimentación ultraprocesada.”
Elegir mejor
En este marco conceptual y humano nace Sierra Madre, una tienda en Mendiolaza especializada en alimentos saludables creada por Claudia Solé, psicóloga de formación y promotora de la alimentación consciente.
La propuesta comenzó como un proyecto personal que luego se volvió comunitario, con asesoramiento activo a través de redes y en el contacto directo con clientes del local. Claudia cuenta:
“Buscamos cierta calidad, damos prioridad a lo orgánico, lo artesanal y lo agroecológico.”
La tienda ofrece alimentos seleccionados cuidadosamente: cereales, semillas, harinas, productos frescos, alternativas sin azúcar refinada y opciones aptas para intolerancias. Además, trabaja con pequeños productores locales, fortaleciendo la economía circular y el vínculo directo con quien produce los alimentos.
Sobre esto, Claudia afirma:
“Se genera una comunidad, algo que no es anónimo. Cuando vas al supermercado no sabés de dónde viene lo que comés.”
Comer saludable y disfrutar: el placer no se negocia
Uno de los obstáculos más frecuentes en la alimentación saludable es la idea de sacrificio: que comer bien es aburrido o restrictivo. Claudia desmiente esta narrativa desde la práctica y desde la estética de la tienda:
“Que lo saludable no esté lejos del disfrute. Llegás a Sierra Madre y todo te tienta, pero elaborado con materias primas cuidadas.”
El placer es parte del bienestar. Y la alimentación consciente no se basa en prohibir, sino en elegir.
Comunidad, acompañamiento y escucha activa
Claudia destaca que gran parte del trabajo de Sierra Madre ocurre en el vínculo humano con quienes se acercan al local.
“Hay mucho diálogo con la gente. Conocemos sus necesidades, sus particularidades. Si no tenemos algo, tratamos de conseguirlo.”
Este intercambio de experiencias personales, recomendaciones y ajustes alimentarios genera confianza y permite sostener cambios reales en los hábitos.
Nuevo espacio en La Higuera y horizontes compartidos
En su etapa más reciente, Sierra Madre se mudó al espacio de La Higuera, en Av. San José de Calasanz 1354. La convivencia con otros proyectos abre posibilidades de nuevas actividades y experiencias. Claudia cuenta:
“Es un espacio compartido con pastelería Moma, un local de ropa y otros proyectos. Se vienen propuestas articuladas en para la comunidad de Mendiolaza y para Sierras Chicas en 2026.”
