Soluciones sustentables en Mendiolaza

 Vecinos proponen huellas en lugar de pavimento

Un grupo de vecinos y vecinas del barrio Valle del Sol, han elevado una propuesta a la Municipalidad con el objetivo de mejorar la accesibilidad en las subidas de las calles El Crespín, Los Halcones y Los Aguiluchos. En búsqueda de soluciones sustentables en Mendiolaza, plantean la construcción de “huellas” en estos sectores, aprovechando los cordones cuneta ya instalados, para garantizar un acceso seguro y sostenible a sus hogares, utilizando un sistema constructivo menos invasivo para el medio ambiente de modo de no alterar tampoco la geografía del lugar.

Desde fines del año pasado, las familias que viven sobre esa cuesta afrontan el deterioro permanente de las calles y han quedado aislados varias veces La Municipalidad les propuso que se diese una solución definitiva mediante Contribución por Mejoras. Esta es una de las alternativas que están siendo evaluadas.

Qué es la placa huella

Una placa huella es una técnica de construcción usada para mejorar y estabilizar caminos rurales, vías terciarias o senderos en zonas de difícil acceso. Se caracteriza por las menores modificaciones a la geometría de la vía existente y supone una importante reducción de costos de construcción y mantenimiento frente a un pavimento convencional, gracias a que existe la posibilidad de emplear materiales locales. Consiste en la construcción de placas de concreto sobre el terreno, generando una superficie firme y resistente que permite el paso de automóviles y motos sin problemas. Las placas huella son especialmente útiles en áreas rurales, donde las condiciones del terreno son adversas, como zonas montañosas, terrenos pantanosos o con alto índice de lluvias, pues esta opción contribuye a mejorar la conectividad y accesibilidad de las comunidades, facilitando el transporte, el acceso a servicios básicos y de los propios vecinos. Por eso, dadas las características de Mendiolaza, se erige como una buena posibilidad que se adapta a las particularidades locales. 

Elementos que componen el pavimento en placa huella

Placa huella: Son losas que soportan el peso de los vehículos.

Vigas riostras: Son estructuras que refuerzan y dan estabilidad a las placas.

Piedra pegada: Se colocan entre las placas para evitar que los vehículos circulen fuera de ellas.

Beneficios de la propuesta

Según explican en su petitorio, las calles en cuestión presentan un grave deterioro luego de las lluvias, lo que dificulta la circulación de los vecinos. La propuesta apunta a una solución más económica y ambientalmente sostenible en comparación con la pavimentación tradicional, utilizando materiales propios de la zona como piedra, arena y tierra. De esta manera, aseguran, se podría cubrir una mayor extensión sin afectar la topografía natural del lugar.

Teniendo en cuenta que desde el municipio se les indicó que no hay presupuesto para abordar la problemática del estado de las calles, los vecinos deben analizar alternativas que les permitan encontrar una solución. El deterioro causado por las lluvias ha llevado a que algunos residentes recurran a soluciones propias, como la contratación privada de maquinaria para mejorar los accesos a sus viviendas. En busca de respuestas, representantes del barrio se reunieron con la intendenta de Mendiolaza para evaluar posibles soluciones. Según relataron, en el encuentro, Adela Arning propuso una alternativa que implica la colaboración económica de los vecinos a través del sistema de Contribución por Mejoras.

La falta de recursos y maquinaria municipal dificulta atender todas las calles de tierra que se encuentran en mal estado, por lo que la única opción planteada por el gobierno local fue que los propios residentes financien y gestionen la obra. 

Los vecinos que desarrollan esta propuesta destacan que la realización de huellas permitiría:

Reducir costos: Al utilizar materiales locales, la obra resultaría más accesible y permitiría abarcar varias subidas en lugar de enfocarse en una sola.

Minimizar el impacto ambiental: La propuesta busca evitar la impermeabilización del suelo, lo que mitigaría el aumento de temperaturas asociado a la urbanización y fomentaría el drenaje natural del agua de lluvia.

Prevenir daños en las zonas bajas: Al permitir que el agua de lluvia se absorba de manera natural, se evitaría que baje con fuerza afectando calles y viviendas ubicadas en la parte baja del valle.

Costos estimados

El presupuesto presentado por los vecinos para la ejecución de las huellas incluye la subida de calle Crespín. Se plantea la construcción de cuatro huellas, dos de 40 cm pegadas al cordón cuneta y dos de 60 cm, con un costo estimado de $9.750.000.

También se incluyen otras tres subidas para las que se proyectan dos huellas en cada una de 60 cm, con un costo aproximado de $5.000.000. De esta manera, se estima un costo total de la obra  de $15.000.000.

Los vecinos confían en que se tome en cuenta su propuesta y destacan que, además de mejorar la calidad de vida de los habitantes del barrio, esta iniciativa posicionaría a Mendiolaza como una localidad comprometida con soluciones ambientales innovadoras y sostenibles.

 

El futuro del proyecto

Stefano, vecino del barrio y uno de los impulsores del proyecto comenta el estado donde se encuentran en este momento: “Ahora nosotros, como vecinos, estamos poniéndonos de acuerdo. En esta primera instancia, estamos juntando firmas para llevar adelante el proyecto. Más allá de cuál sea finalmente el proyecto elegido y ejecutado, esta primera etapa demuestra que hay un gran interés en que se haga, porque la mayoría de los vecinos ya firmaron y están de acuerdo con la obra. Además, los presupuestos ya fueron presentados.

En cuanto a la decisión final sobre qué obra se llevará a cabo, no estoy seguro. Lo que sí sabemos es que presentamos varias propuestas y cumplimos con todos los requisitos que nos pidieron. Sabemos cómo es la burocracia, lo que implica presentar proyectos y, por supuesto, el desafío de concretarlos.

Uno de los puntos más discutidos es la responsabilidad de la obra, especialmente en caso de accidentes. Si ocurre algún inconveniente durante la construcción, ¿quién se hace cargo? ¿Debemos responder los vecinos? Es un tema clave, porque no solo se trata del costo y la forma de pago, sino también de la responsabilidad. Surge la duda: si, ojalá no pase, ocurre un accidente, ¿quién responde? Son preguntas e inquietudes válidas de los vecinos. Y ahí es donde decimos: ‘Che, dennos una mano para resolver esto’. Entendemos que hay cosas por definir y estamos todos en el mismo barco, pero también necesitamos el respaldo del municipio. De lo contrario, a veces sentimos que estamos solos en esto.”

Tendencias en sistemas ecoamigables en el mundo

Uno de los beneficios mencionados en el proyecto, sostiene que esto supone alinear a Mendiolaza con tendencias internacionales. En ciudades de Europa y Estados Unidos se está impulsando la remoción de pavimento innecesario para mejorar la regulación térmica y fomentar la vegetación en espacios urbanos. La idea de despavimentar es simple: reemplazar la mayor cantidad de concreto, asfalto u otras formas de construcción urbana con plantas y tierra. Lo que dicen los creadores de este programa es que despavimentar permite algo muy simple: que el agua que cae en las ciudades pueda ser absorbida por la tierra y, de ese modo, se eviten las inundaciones. Diferentes estudios han demostrado que las superficies impermeables como el concreto, incrementan los riesgos de inundaciones en las áreas urbanas. En Lovaina, Bélgica, se calcula que solo en 2023 la retirada de 6.800 metros cuadrados de concreto permitió que 1,7 millones de litros de agua pudieran ser absorbidos por la tierra cuando caen las lluvias.

A esto se suman las altas temperaturas registradas en espacios urbanos densamente construidos, contra las temperaturas registradas en ciudades con mayor presencia de espacios verdes, y formas constructivas más amigables con el entorno. Tal como lo mencionara Giuliana Beltramone, licenciada en Gestión Ambiental, e investigadora, en diálogo con el programa Mañanitas de Mendiolaza, en la 102.7 FM Demendiolaza, al referirse a la gran diferencia de temperatura entre Mendiolaza y la ciudad de Córdoba: “Las Islas de Calor Urbanas son un fenómeno que se da porque los centros urbanos, debido a los materiales con los que han sido construidos y la estructura y la falta de vegetación, entre otras cosas, hacen que se retenga el calor más tiempo. Por lo general cualquier superficie impermeable, como hormigón, cemento, techos oscuros, son materiales absorben y que lo liberan más lentamente. Entonces, se puede observar y se puede sentir una diferencia entre lo que es el calor en la ciudad y las zonas aledañas.”

Estas tendencias se replican en el mundo, como paliativos frente a la innegable crisis por el cambio climático. De hecho en París se ha establecido como objetivo lograr la eliminación de al menos el 40% del asfalto, como medida para enfrentar las altas temperaturas que se prevé que vayan en incremento en los próximos años, alcanzando incluso temperaturas de 50º. Por esta razón, en la “Ciudad de la luz”, se planea plantar 170.000 árboles hasta 2026, eliminar plazas de estacionamiento para convertirlas en zonas verdes en el horizonte de 2030. El objetivo es que, en 2040, el 40% de la calzada sea permeable y con vegetación. Los suelos permeables sólo representan el 5% de los espacios públicos parisinos y apenas un 2% de la superficie total, a pesar de que enfrían más y reducen la presión sobre la red de saneamiento pues filtran el agua de la lluvia.